El mantel. Vestir la mesa. Cómo colocarlo en la mesa.
El mantel es el vestido principal de la mesa. Salvo
para comidas familiares (incluso en estas, debería evitarlo), olvídese
de mantelitos individuales y manteles de papel. Es muy recomendable
utilizar un bajo-mantel o muletón, que sirve para varias cosas
importantes: hay que evitar que el mantel resbale, proteger la mesa de
comidas calientes, evitar humedades por el derrame de líquidos, proteger
la mesa de golpes y evitar ruidos durante el servicio de mesa.
El muletón o bajo-mantel nunca deber ser mayor que el tamaño del mantel, para que no sobresalga. Tampoco debe ser muy grueso, para que no haga el efecto de estar debajo de una "colchoneta".
El mantel debe cubrir al completo la mesa, pero sin colgar hasta el suelo.
La regla general es que solamente debe colgar, como mucho, un tercio de
la distancia que haya desde la mesa hasta el suelo. Por supuesto,
tampoco deberá quedar corto, dejando al descubierto una parte de la mesa
o del muletón, o quedando al "ras" de la mesa, tapando justamente el
borde de la misma. Si el mantel es calado es obligatorio poner un
muletón o "fondo" para evitar que se vea la mesa.
"Hay que evitar los doblados 'artísticos' de las servilletas"
El mantel debería conjuntarse con la mayor parte de elementos que componen la mesa. Con la vajilla, con los adornos, etc. El color más utilizado y elegante es el blanco, y los colores pasteles suaves o el color marfil. En determinadas ocasiones, como Navidad por ejemplo, se pueden utilizar manteles con diversos motivos referentes a la fecha. Las servilletas, deben estar a juego con el mantel,
o al menos ir conjuntadas con el (si no pertenecen al mismo juego).
Éstas se colocan a la derecha del plato, aunque en diversos libros de
protocolo las sitúan a la izquierda también. Encima del plato, sin
dobleces extraños también es correcto. (Se suele doblar en forma
rectangular o bien en forma triangular).
Un buen mantel, es un elemento imprescindible en toda buena mesa. En
cuanto a las servilletas, debemos que contar con servilletas de recambio
para poder cambiarlas a lo largo de la comida (sobre todo si vemos que
hay algunas muy sucias). El tamaño más utilizado es de 50 x 60 ó 50 x 50 centímetros,
aunque existen muchas variantes (servilleta de banquete: 60 x 60,
servilleta de mesa, 50 x 50 ó 50 x 60, servilleta de buffet, 35 x 35,
servilleta de té, desayuno o merienda, 30 x 30, servilletas de lunch,
aperitivo, cóctel o similar entre 25 x 25 e incluso 20 x 20 -todas las
medidas están expresadas en centímetros-). Aunque normalmente son
cuadradas todas las servilletas, es posible encontrar servilletas
rectangulares en algunos servicios de mesa.


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